Si
te pones a pensar es loquisimo como pasa el tiempo. El tiempo, la vida y
nosotros mismos. Vivimos corriendo y parar un segundo nos asusta, nos angustia
y nos hace sobresaltar. Nos cuesta frenar.
Hace
un tiempo fui con mis compañeros a un retiro espiritual, y nos costó muchísimo
poder separarnos un día del mundo, ni siquiera lo logramos en su totalidad. Y
eso no está bueno, porque de vez en cuando está bueno parar y pensar, alejarte
un poquito del mundo, de la rutina y pensar.
Recién
dejé un segundo todo lo material y acostada en la cama pensé dos segundos en
todo. Escuchando “Adiós” de Cerati se me vino a la cabeza una persona que hasta
recién odiaba y me daba bronca el solo pensar en ella. Ahora no, ahora estoy
bien porque así como dice la canción decir adiós es crecer, y pensé en todo lo
que hice yo y pensé en todo lo que hizo él. Yo tuve actitudes de pendeja,
porque lo era y lo sigo siendo, y él se cagó en todo. Pensé en la relación y en
él y gracias a dios se me dibujó una sonrisa, porque estoy segura que por más
pendejadas que hice, jamás me cagué en él como él lo hizo conmigo. Estoy
tranquila conmigo misma por no haberlo cagado cuando se me presentó la
posibilidad y porque sé que lo quise y lo quise bien, que no lo supe aprovechar
ya es otro tema. Y creo que ahí estaba la base, en pensar y estar tranquila con
las cosas que hice bien, y las que hice mal recordarlas siempre para no volver
a repetirlas.
Quiero
terminar éste año bien, feliz, conforme para empezar el próximo con todo,
porque se viene alto año. Así que tomémonos cuatro minutitos para escuchar esta
canción que tiene todo: http://www.youtube.com/watch?v=ByUUsdF8RDk
“No
perdamos la costumbre de ir adentro nuestro cada tanto, a ver qué tan felices
somos. Ahí al fondo todo se conecta de algún modo, todo fluye, todo cambia.”
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