Hoy, cuatro de enero del dos mil doce, prometo estar a tu lado en todo momento, intentar que me veas y poder demostrarte que lo único que quiero es hacerte feliz y decirte lo mucho que te quiero. Que te quiero por lo que me demostraste ser y por lo que vi de vos, y si tanto te quiero en tan poco tiempo puedo llegar a afirmar que muy pocas te van a querer así, de esta manera.

Pero no en forma obsesiva, al contrario, de forma invisible, estando sin estar. Hasta que aparezca una persona que te quiera por lo que sos, que realmente te valore, y que le pase lo que me pasa a mi, o más todavía… por supuesto que se gane lo que yo no pude ganarme, tu amor. Realmente me encantaría que esa persona sea yo, que me quieras a mí, que te haga feliz verme… pero no puedo forzarte a que sientas lo que no sentís. Solo puedo esperar, sí, mas tiempo, mirar el panorama desde afuera, volver a ser nadie para vos y el tiempo dirá lo que va a pasar.