sábado, 28 de junio de 2014

Momento exacto

A veces vemos películas o leemos un libro que nos hacen ver cómo son las cosas, qué es lo que importa o qué es aquello que realmente tenemos que valorar. Pero es distinto cuando uno no vive las cosas y sólo las experimenta a través de un libro, una película u otra persona.
Quizás si la película que vi hoy, la hubiese visto en el “momento exacto”, hubiese actuado diferente. Quizás era ahora el momento exacto o quizás en el “momento exacto” yo era muy chica para afrontar algunas situaciones. Ver una película que refleja una situación específica es fácil, sobre todo es fácil juzgarla... como también es fácil enjuiciar nuestro pasado, las acciones que ya llevamos a cabo, lo que ya dijimos. Porque es fácil hacerlo cuando ya sabemos qué está mal o sintiendo algo que en ese momento no sentíamos. Pero en el momento exacto, en el ahora, es difícil tomar una decisión, es difícil hablar, callar, actuar. Estamos presionados porque necesitamos hacer algo en ese preciso momento, y porque sabemos que hagamos lo que hagamos siempre podemos hacerlo mejor. Es difícil el sólo decidir actuar o no, decir o callar, sabiendo que eligiendo algo vamos a dejar de elegir otra cosa, que va a producir otros efectos diferentes a los que produjo aquella acción que decidimos realizar. A veces creemos que es mejor no actuar, no decir, no meterse. Otras veces decidimos actuar, decidimos hablar, meternos, investigar. Sin embargo, siempre actuamos; cuando decidimos no hacer nada, estamos haciendo. Los efectos de lo que hagamos no está a nuestra disposición, nosotros no podemos controlarlo, por lo tanto nunca podemos juzgar que algo está bien o mal una vez que lo hicimos, una vez que actuamos o no.
Por otro lado, algunas personas esperan de uno aquello que no llega nunca. Otras veces uno no espera cosas, sólo llegan (y creo que esa es una de las mejores sensaciones). Es feo que te decepcionen, y horrible decepcionar, por eso aprendí a que no tengo que esperar nada de nadie, aunque a veces lo sigo haciendo. Y que a veces son las personas que menos esperas aquellas que están, que te miran, que miran más allá de lo que ven.
Y yo, personalmente, sé que puedo hacer las cosas mejor de lo que las hago pero siempre intento hacer, de lo que hago, lo mejor. 

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