Sentí que algo adentro mío cambió después de eso, me alejé de la gran mayoría de las personas, desconfío de todo el mundo, me dolió. Perdí confianza y quizás parte de la alegría. Necesitaba a una persona, aunque parezca estúpido para la gran mayoría, que fue la que me acompañó durante 3 largos años siempre, en mis peores momentos. Sentía y todavía siento que necesito su palabra. Hace unos días me la crucé en el colegio, que es casi el único lugar que la puedo encontrar, y su abrazo logró tranquilizarme un poco pero todavía no lo estoy del todo. Hablo o recuerdo el tema y se me caen las lágrimas, porque debido a eso también logré darme cuenta de varias otras cosas. Estoy deseando volver a empezar el colegio solo para hablar con esta profesora, para desahogarme como lo hice estos años, porque sé que en ella puedo encontrar lo que necesito: un poco de paz. Estoy agradecida a esta profesora, Andrea, que sin ella nada de estos tres años hubiesen sido como fueron, respecto al curso y a mi sobretodo.
En fin, no tengo palabras, escribo y borro. Me invade la angustia y la bronca. Necesito una palabra, un silencio, un abrazo, algo que logre tranquilizarme.
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