jueves, 28 de febrero de 2013

Terror.

Dos semanas. Dos semanas para demostrar todo lo que hiciste o no hiciste en tres meses, dos semanas con los huevos u ovarios en la garganta porque nosotros mismos nos lo buscamos, dos semanas letales. Pero principalmente son estas dos semanas las que te dicen "ey, mira quién está ahí, mira quién te está bancando... un compañero, un amigo! Dónde están las personas que te necesitaron durante el año? dónde están esas personas que se hacían llamar amigos?"
Nueva forma de evaluar y parecía todo más relajado pero no, pasaban los días y te enterabas de personas cercanas o no tan cercanas que repetían, otras que estaban ahí. Pasaron las dos semanas y llegaron los dos últimos días, días definitivos. El clima cambió, y volvió a ser ese marzo como los anteriores, feos, terribles. 
Las personas que durante todo el año decían ser tus amigos mágicamente desaparecieron. Miras afuera del curso mientras rendís y ahí está esa persona que jamás pensaste que te iba a bancar así. Personas que están con sus propios problemas y te preguntan, cada vez que te ven, cómo te fue... y eso, simplemente esas tres palabras te hacen sentir protegida, apoyada, acompañada sobre todo. 
Gracias a las personas que estuvieron, gracias a las personas que me bancaron. 

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