martes, 6 de diciembre de 2011

Ustedes son lo mejor que me podía pasar, esos seres incondicionales que cuento siempre a pesar de todas las cosas. Que a pesar de cada piedra en el camino, siguen al lado mío, mostrándome qué está bien y que no, que me conviene y que no, que me va a ser bien y que es preferible alejar. Dicen que la familia no se elije, pero si yo los tuviera que elegir entre cientos de familias, sé que los elegiría una y otra vez, hasta con los ojos cerrados.
Este año nos unió mucho mas como familia, hasta puedo llegar a decir que este año conocí a mi papá, esa persona gordita que antes era hueso, esa persona que no para de joder con chistes, insoportable, que antes ni veía o si veía era preferible no hablarle mucho… lo único que escuchabas, la mayoría de las veces, era ese ruido constante que hacia con la boca. Esa persona que ahora me cansa ver las 24 horas del día, sí, él… pero así me gusta más que antes. Este es mi papá, no el otro. El que me recomienda libros para leer, con el que puedo sentarme a la mesa y charlar, un viejo que nunca me hubiese imaginado que me iba a decir “¿vamos a la cancha?” pero pasó, ese que me abrazó hasta dejarme sin aire cuando lloré tanto, ese que quizás no demuestra mucho su cariño, o de a poco se suelta mas, pero sé que ahí lo tengo siempre para todo. Mi mamá que no puedo decirle nada, creo que es la mejor mamá del mundo, que es un ejemplo a seguir, que desde los 15 años está luchando para que nos criemos como realmente se merece una persona, que tengamos todo lo que queremos, salir corriendo de médico en médico, bancar cada histeriqueada, apoyarnos siempre, en todas las decisiones, hacer siempre lo que sea mejor para nosotras, romperse el lomo (junto con papá) para que tengamos lo que queremos, lo que nos pueden dar, correr de un lado para el otro por nosotras, y seguir bancandose las frases típicas como “nunca hago lo que quiero”, “pero van todos”, “dale ma!”, “ma ¿puedo?”, “ma ¿me compras?”, “maaaaaaaaaaaaaaa!!!!!”, etc. Gracias a esa vieja joven que comparte todo conmigo, con nosotras. Que nos putea si nos tiene que putear, que dice lo que siente, que estaba ahí al lado mio, nuestro, cuando me/nos agarraban esos ataques de encerrarnos en la pieza con todo apagado y llorar… gracias mamá.Y bueno, a vos cami, ¿qué decirte? Sos mi compañera desde mi segundo de vida, la que por mas discusiones nunca me dejó de lado, la compinche, la amiga, la que guarda secretos, y la que me cuenta cosas suyas confiando en mi, la que se banco que le muerda una teta y más. Nada, simplemente, gracias. No soy demostrativa y lo que digo me cuesta horrores, nada más que gracias, jamás me dejen, te quiero con todo mi corazón. 

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