Duele fingir que todo esta perfecto, pero lo sigo
haciendo. La paso mal estando en el Cabrini pero igualmente no puedo tomar la decisión
de decir “hasta acá llegué, hasta siempre”. Esta sí que es la parte sensible del año para mi, esta
es la parte donde cada día que pasa quiero hacer menos, donde no tengo ganas de
ver a nadie, donde todo me chupa un huevo unos días, y otros me altera la etapa
que estoy viviendo. Donde estoy nerviosa y no paro de hablar, donde estoy
nerviosa y no emito palabra, donde estoy mal y nadie se me puede acercar, donde
estoy mal y necesito que alguien lo comparta conmigo, vienen días en los que
todo me choca, los días más complicados.
Días donde muy pocas personas permanecen a
mi lado, por más loca que esté, y otras que en cambio prefieren alejarse. Días
en los que mis “mejores amigas” no preguntan por mi existencia y no les importa
cómo me está yendo, compañeros de vida que se preocupan más que ellos… raro,
¿no? Pero es así.
Días en los que me cierro que voy a
repetir y no quiero saber mas nada, con nada.
Está transcurriendo la etapa donde hay días
y días, días negros, días grises, días claros… de todo un poco. Pero hoy digo
basta, a partir de hoy me centro sola y exclusivamente en las materias, ya no
importa mas nada, solo aprobar, y si me quiero cambiar o no, si me quiero
preocupar o no, si me quiero acordar de alguien o no, si quiero llorar, si me
quiero cagar de risa, si quiero hacer algo de mi vida lo voy hacer cuando este
en tercer año. ¡Es hoy
o nunca!
No hay comentarios:
Publicar un comentario