lunes, 2 de enero de 2012

¿Qué mierda me pasa? ¿Uno tiene que saber lo que le pasa? No, no sé lo que me pasa, pero no sé en serio.
Pienso y se me cae una lágrima, dos, tres o te lleno una pileta entera. ¿Pensar? Pienso todo el día, y pensar que lo tengo que olvidar me hace pensar el doble. Verlo me hace feliz. Y por mas que la gente hable, a pesar de todas las boludeces que dicen las personas lo veo y no encuentro defectos, porque es lo que yo quiero, lo que a mi me gusta, lo que tanto esperé. Él, sólo él.
¿Obsesión? Me hablan de obsesión sin saber, quizás, lo que es enamorarse… no estoy diciendo que yo lo sepa, ni que esté enamorada. Era la única persona que no me aburría hablar, que elegía todos los días, una de las personas más transparentes y hermosas que conocí en este último tiempo, el único que podía mirar a los ojos por un rato largo y no mover la mirada, que cuando lo miraba se me escapaba una sonrisa estúpida... estúpida como yo, el único y primero por el cual estaba decidida a esperar y a jugármela. Eso era, eso fue y muchísimo más. ¿Qué importa todo esto ahora? Si todo, todo, completamente todo, de un minuto al otro se lo llevó el viento.

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