miércoles, 28 de diciembre de 2011



Un día la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir…
Un día me mintieron de tal forma y entonces aprendí a ir siempre con la verdad…
Un día me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas, y de los actos hay que hacerse cargo…
Aprendí que el mejor guerrero no es el que triunfa siempre sino el que vuelve sin miedo a la batalla. Que a veces es necesario dar vuelta la página y empezar de cero… aunque cueste o duela. 

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