domingo, 30 de octubre de 2011

Es apenas un instante, un momento, un segundo… en el que uno equivoca el camino. A partir de ahí, cada paso que damos nos aleja cada vez mas de nosotros mismos.
A veces no tenemos conciencia de los errores que cometemos, apenas una sensación, una pequeña voz interior que nos dice: algo está mal. Y aunque esa vocecita está ahí, seguimos adelante, ignorándola, equivocándonos casi a conciencia. Lo ves venir, sabes que eso que estás por hacer va a cambiar todo. Así y todo, lo haces. Ya te equivocaste, ya te fuiste, ya te perdiste… ya te traicionaste. Te miras al espejo y ya no te reconoces. Hay otro que te mira y te pregunta: ¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario